Papa: la paciencia, virtud de quien es perseguido, como los cristianos en Oriente Medio

A diferencia de la “derrota” y de la “resignación”, la paciencia cristiana es la “virtud” de “quien está en camino”. Y cuando se está en camino suceden muchas cosas, que no siempre son buenas. Me viene decir paciencia como virtud en camino, cuando veo la actitud de los padres, cuando les llega un hijo enfermo o discapacitado, que nace así. ‘¡Pero gracias a Dios que ésta vivo!”: éstos son pacientes”.  


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – La “virtud de la paciencia” es la de quien está en camino y lleva sobre sus espaldas dificultades y pruebas, como muchos cristianos que son perseguidos y expulsados en Oriente Medio, por ser cristianos.

El pensamiento por los cristianos perseguidos marcó la homilía de la misa que el Papa Francisco celebró esta mañana en la Casa Santa Marta, tomando como punto de partida una frase de San Santiago apóstol: “Vuestra fe puesta a prueba produce la paciencia”.

Ser paciente en la vida y ante las pruebas no es fácil, subrayó Francisco, marcando la diferencia entre la actitud de “derrota” y “resignación” y la paciencia cristiana, “virtud” de “quien está en camino”, no de quien está “quieto” y “cerrado”. “Y cuando se está en camino, suceden muchas cosas, que no siempre  son buenas. Me viene decir paciencia como virtud en camino ante la actitud de los padres cuando les llega un hijo enfermo o discapacitado, que nace así. ‘¡Pero gracias a Dios que está vivo!’: éstos son pacientes. Y llevan a aquél hijo con amor a lo largo de toda la vida, hasta el final. Y no es fácil llevar a un niño discapacitado durante años y años, y eso es  paciencia, no es resignación: es decir, es la virtud que le viene cuando uno está en camino”.

Es más, la etimología de la palabra “paciencia” lleva en sí un sentido de responsabilidad, porque el “paciente”, observó, “no abandona el sufrimiento, sino que lo lleva encima”, y lo hace “con alegría, con gozo”, dice el apóstol”. “La paciencia significa ‘llevar encima’ y no confiarle el problema a otro para que él lleve el problema, la dificultad.: ‘Lo llevo yo, esta es mi dificultad, es mi problema. ¿Me hace sufrir? ¡Ciertamente! Pero lo llevo. Llevar encima. Y la paciencia también es la sabiduría de saber dialogar con el límite. Hay muchos límites en la vida, pero el impaciente no los quiere, los ignora porque no sabe dialogar con los límites. Hay algo de fantasía, omnipotencia o pereza en ello, no lo sabemos… Pero no sabe hacerlo”.

En cambio, la paciencia de la que habla Santo Santiago no es un “consejo para los cristianos”. “Si miramos la historia de la Salvación”, dijo el Papa, podemos ver “la paciencia de Dios, nuestro Padre” que ha guidado y llevado adelante a su “pueblo testarudo” cada vez que “se hacía un ídolo e iba de un lado a otro”. Y también es paciencia la que el Padre tiene con “cada uno de nosotros”, “acompañándonos” y “esperando nuestros tiempos”. Dios, que incluso envió a su Hijo para “volverse paciente”,  para que “asumiera su misión” y se ofreciera “con decisión” en la Pasión.

“Y aquí pienso en nuestros hermanos perseguidos en Oriente Medio, expulsados por ser cristianos…  Ellos quieren ser cristianos: se volvieron pacientes, así como el Señor se volvió paciente. Con estas ideas, quizás, hoy podemos rezar, rogar por nuestro pueblo: ‘Señor, da a tu pueblo la paciencia para llevar encima las pruebas’ Y también rezar por nosotros. Muchas veces somos impacientes: cuando una cosa no marcha bien, gritamos... ‘Pero, paren un poco’, pero tú piensa en la paciencia de Dios Padre, adéntrate en la paciencia como Jesús’. Es una hermosa virtud la paciencia, pidámosla al Señor”.