Mike Pence, en una visita (reducida) al Oriente Medio

Anunciada hace más de un mes, ahora, el vicepresidente de los EEUU no se reunirá con líderes palestinos, y tampoco con autoridades y patriarcas cristianos, luego de la decisión de los EEUU sobre Jerusalén. La visita sólo servirá para potenciar las relaciones entre los Estados Unidos e Israel, y entre los evangélicos y fundamentalistas judíos. Expertos: es mejor que se quede en casa.


Beirut (AsiaNews/Agencias) – Hoy, el vice presidente de los EEUU, Mike Pence,  parte para realizar un viaje de cuatro días al Oriente Medio, que lo llevará a Egipto, Jordania e Israel. El viaje ya había sido anunciado hace más de un mes, y también comprendía varias visitas a Palestina, a los lugares santos cristianos y a personalidades musulmanas y cristianas. Pero luego de la decisión del presidente Donald Trump -de trasladar la embajada de los EEUU, desde Tel Aviv a Jerusalén- que fue rechazada por gran parte de la comunidad internacional, Mahmoud Abbas, el presidente de la Autoridad palestina se niega a reunirse con él; y lo mismo ha pasado con las autoridades cristianas y musulmanas en Tierra Santa y en Egipto.

Por lo tanto, la visita quedó reducida a un encuentro con los amigos estrechos de los Estados Unidos, si bien el viaje es justificado en todo momento como un “intento, en última instancia” de llevar la paz al Oriente Medio.

En los últimos días, los EEUU también cortaron los fondos que destinaban al sostenimiento de la agencia de la ONU dedicada a los refugiados palestinos (UNRWA), una jugada que muchos observadores consideran una extorsión.

La reducción de las ayudas fue justificada por la administración de los EEUU como una respuesta a la negativa de Abbas de participar en diálogos israelí-palestinos patrocinados por los Estados Unidos, cuando es claro que éstos se vuelcan a favor de Israel, y mientras el gobierno israelí continúa extendiendo los asentamientos de colonos en los territorios ocupados.

Otra de las prioridades publicitadas por Pence para este viaje es el apoyo a las comunidades cristianas de Oriente Medio, marcadas por la persecución. Pero las autoridades religiosas –en particular, Teodoro II- han cancelado la posibilidad de un encuentro con él, y critican la decisión de los EEUU referida a Jerusalén, calificándola de destructiva de la paz.

Pence es un cristiano evangélico, con fuertes lazos con Tierra Santa y con los sectores más nacionalistas y apocalípticos del mundo judío. Según ciertos observadores, su viaje arriesga reforzar ligámenes exclusivamente con Israel, sin aportar ninguna contribución a la paz.  Para evitar que la situación se enardezcan todavía más, en materia de Política Exterior, el experto Ilan Goldenberg aconseja: es mejor “que él se quede en casa”.