FMI: China predica la globalización, pero luego pone barreras comerciales

La acusación de David Lipton, vice-director del Fondo monetario internacional: Beijing debe garantizar más los derechos de las propiedades intelectuales y reducir las distorsiones ligadas con la sobre-capacidad de la política industrial y de las políticas que favorecen a las empresas estatales. El victimismo de China y la defensa de la globalización. 


Hong Kong (AsiaNews/Agencias)- China quiere promover la globalización, debería mirar a todas las barreras que ella misma pone al comercio y sobre las inversiones. Es cuanto afirma David Lipton, vice-director del Fondo monetario internacional (FMI) en lo que refiere a las prácticas proteccionistas que Beijing pone en acto para defender su economía.

En un encuentro hoy en el Asian Financial Fórum, él dijo: “China debería mirar a sus propias restricciones en materia de comercio e inversiones, que han generado críticas de algunos socios comerciales”. “Esto significa –agregó- proteger los derechos de las propiedades intelectuales y reducir las retorsiones (provocadas) por la sobre-capacidad de la política industrial y por las políticas que favorecen (a las empresas estatales)”.

Desde hace tiempo en Europa y en los EEUU se critica a China por sus sobre-producciones de metales (especialmente hierro y aluminio) que ponen en riesgo a las empresas y las producciones de otros países. Del mismo modo se critica la falta de reciprocidad en las aperturas sobre el mercado. Un ejemplo: China estableció una especie de monopolio en las transacciones en yuan con cartas de crédito, confiándolo a la Union Pay, una compañía china. Esta es aceptada en el mercado de las cartas del mundo, pero las compañías extranjeras de cartas de crédito no son todavía reconocidas en China.

Luego está la ayuda económica que el gobierno chino eroga a las empresas estatales en préstamos y disminuciones de impuestos sobre las exportaciones, que favorecen los precios de los productos en el extranjero.

Delante de las amenazas del presidente de EEUU, Donald Trump de imponer impuestos altos sobre los productos chinos, Beijing se pone como víctima y se presenta como el último defensor de la globalización, como sucedió en Davos el año pasado, con un aplaudido discurso de Xi Jinping (v. foto).