Papa: superar el actual modelo de orden social, transformándolo desde adentro

La desigualdad y la explotación “no son una fatalidad y ni siquiera una constante histórica”, sino que dependen de la acción humana y des reglas económicas. “Se necesita deshacerse de las presiones de las lobby públicas y privadas que defienden intereses sectoriales” y que “la acción política sea colocada realmente en el servicio de la persona humana, del bien común y del respeto de la naturaleza”.


Ciudad del Vaticano (AsiaNews)-  La desigualdad y la explotación “no son una fatalidad y ni siquiera una constante histórica”, sino que dependen de la acción humana y des reglas económicas que una sociedad decide darse y que si miradas exclusivamente a la ganancia tienden a transformar la democracia en “plutocracia”. La necesidad de “ir más allá del modelo de orden social hoy prevaleciente, transformándolo desde adentro”, para “elaborar nuevos modelos de cooperación entre el mercado, el Estado y la sociedad civil” fue sostenida por el Papa Francisco en el discurso que dirigió a los participantes en el encuentro de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales.

La exclusión y las periferias existenciales, reveló, son alimentadas en primer lugar por el “aumento endémico y sistemático de las desigualdades y de la explotación del planeta, que es mayor respecto al aumente del rédito y de la riqueza. Sin embargo, la desigualdad y la explotación no son una fatalidad y ni siquiera una constante histórica. No son una fatalidad porque dependen, además de los diversos comportamientos individuales, sino también de las reglas económicas que una sociedad decide darse. Se piense en la producción de la energía, en el mercado del trabajo, en el sistema bancario, en el bienestar, en el sistema fiscal, en el sector escolar. Según como estos sectores se proyecten, se tendrán consecuencias diversas en el mundo en el cual el rédito y la riqueza se repartan entre cuantos han ayudado a producirlos. Si prevalece como fin el beneficio, la democracia tiende a convertirse en una plutocracia en la cual crecen las desigualdades y también en la explotación del planeta. Repito; esto no es una necesidad, se ven comparecer períodos en los cuales en ciertos países las desigualdades disminuyen y el ambiente es mejor tutelado”.

“La otra causa de exclusión es el trabajo no digno de la persona humana”. Hoy, la creación de un nuevo trabajo necesita “de personas abiertas y empresariales, de relaciones fraternas, de investigación en el desarrollo de energía limpia para resolver los desafíos del cambio climático. Esto es hoy concretamente posible. Es necesario libelarse de las presiones de las lobby públicas y privadas que defienden los intereses sectoriales” y que “la acción política sea puesta realmente al servicio de la persona humana, del bien común y del respeto de la naturaleza”. “El desafío de recoger es entonces la de ocuparse con coraje para ir más allá del modelo del orden social que hoy prevalece, transformándolo desde adentro. Debemos pedir al mercado no sólo ser eficientes en la producción de la riqueza y en el asegurar un crecimiento sustentable, sino también de ponerse al servicio del desarrollo humano integral”.

“Discurso análogo en referencia al re  -pensamiento de la figura y del rol del Estado-nación en un contexto nuevo como el de la globalización, que ha profundamente modificado el precedente orden internacional. El estado no puede concebirse como el único y exclusivo titular del bien común no permitiendo a los cuerpos intermedios de la sociedad civil expresar, en libertad, todo su potencial. Sería esta una violación del principio de subsidiaridad que, combinado con el de la solidaridad, constituye un pilar portante de la doctrina social de la Iglesia. He aquí, el desafío es como recordar los derechos individuales con el bien común”.