Llamamiento del patriarca caldeo: las personas están antes que los pozos petrolíferos, no a nuevos conflictos
de Louis Raphael Sako*

En una carta al presidente de la República, mar Sako espera "cooperación" entre los líderes iraquíes. El objetivo es crear una nación "civil moderna y fuerte", capaz de iniciar reformas económicas, sociales y culturales. El ejército iraquí arrancó a los kurdos gran parte de Nínive y Diyala. Temores por Teleskof y Alqosh.


Bagdad (AsiaNews) – Se necesita una "cooperación" entre los líderes iraquíes, para crear un "frente común" contra el peligro de "nuevos conflictos", persiguiendo el objetivo principal de "proteger a la gente, incluso antes que los pozos de petróleo." Esto lo enfatiza el patriarca caldeo mar Louis Raphael Sako, en un llamamiento a la nación entregado ayer al presidente de la República Fuad Masum y enviado a AsiaNews. En la carta, el primado de la Iglesia iraquí espera crear una "nación civil moderna y fuerte, bajo una consolidada dirección política", capaz de "iniciar reformas en el desarrollo económico, social y cultural". También reitera el llamado ya expresado en el pasado en un diálogo sincero entre Bagdad y Erbil, dejando de lado "el espíritu de venganza, sospechas, represalias o discursos".

Mientras tanto, el ejército iraquí, después de la captura de Kirkuk, conquistó otras partes del territorio hasta hace poco tiempo en manos de los kurdos, concentrándose en la provincia de Nínive y Diyala. En una declaración oficial el ejército confirmó que las fuerzas gubernamentales "han tomado el control de Kanakin y Jalawah" y de Makhmur, Bashiqa, Sinjar y la presa de Mosul. De acuerdo con algunas fuentes de las fuerzas iraquíes también se ha intimado a los Peshmerga (combatientes kurdos) a retirarse de la llanura de Nínive, en particular de los pueblos cristianos de Teleskof y Alqosh, el temor es que pueden estallar de nuevos enfrentamientos en las próximas horas.

En una situación de fuerte tensión, mar Sako ha renovado el llamado para que las partes tengan un diálogo sincero para encontrar una solución a la crisis.

A continuación, la carta-llamada del patriarca caldeo.

 

En estos días, nuestro país está experimentando eventos que nunca antes se habían experimentado, que son el resultado de todo lo que ha sucedido en Irak, de norte a sur, a lo largo de los años y hasta nuestros días. Por lo tanto, esta fase crítica requiere una colaboración nacional y en todos los niveles para poder ir más allá de esta crisis y avanzar hacia una solución de la misma. Para la creación de una asociación concreta a escala nacional; para el nacimiento de un nuevo Irak.

Los eventos que han ocurrido en el último período son parte de conflictos que han llevado a una tensión permanente y al colapso de la estabilidad en el país. Y como siempre, los civiles inocentes son las primeras víctimas de estas tensiones de las cuales no tienen culpa.

Si, a esta hora, la unidad de Iraq ha captado la atención de la comunidad internacional, tanto para obtener beneficios de naturaleza estratégica o más bien por cuestiones de principios, esta misma unidad el estribillo común de todos los partidos iraquíes. Una unidad que se nombra en términos de responsabilidad para su conservación o como una acusación de su posible quiebra.

Todos los miembros originales de la tierra iraquí que están interesados ​​en una vida en común, en este momento están llamados a ir más allá de esta situación frágil adoptando el espíritu de la ciudadanía y el Estado de Derecho, la misericordia y el perdón; al mismo tiempo, es necesario dejar de lado el espíritu de venganza, sospechas, represalias o discursos incendiarios.

En esta Declaración, con un sentido de la proporción y el amor, nos volvemos a los líderes de Irak - el gobierno central y las instituciones regionales [kurdos] - para ir hacia adelante y para salvar al país, incluso frente a lo que ha ocurrido en los últimos años. Es responsabilidad de todos nosotros ocuparnos de Iraq, y hoy, más que nunca, existe una necesidad extrema de un proceso genuino de reconciliación nacional para guiar el proceso político por el camino correcto. Es necesario establecer un diálogo valiente, honesto, basado en la civilidad para discutir todos los temas que son objeto de confrontación y basándose en la Constitución. Esta es la voluntad sincera y común del sabio pueblo iraquí, y debe ser confirmado por una autoridad sabia en el ejercicio de su liderazgo.

Esta reconciliación nacional puede proporcionar una respuesta concreta y adecuada para salir de esta crisis, y no solo por cuestiones relacionadas con el referéndum. Los problemas que afectan a este país no miran a los extranjeros de lugares distantes, sino que afectan a personas entre ellos hermanos y ciudadanos que viven en la misma tierra. Es por eso que la solución no se puede lograr sin la negociación y la correcta elaboración del pensamiento.

Este método traerá valiosas concesiones recíprocas y cooperación entre los diferentes líderes iraquíes, creando un frente común contra el peligro de nuevos conflictos; es decir, para proteger a las personas incluso antes que a los pozos de petróleo. El objetivo es formar una nación civil moderna y sólida, bajo una guía política consolidada, que ayude a desarrollar el establecimiento del gobierno e iniciar reformas en los campos económico, social y cultural. Este progreso será sostenido por la renovada confianza, la implementación de medidas de seguridad, la estabilidad, el apoyo al proceso de reconstrucción y la preparación del terreno para el regreso de los desplazados internos a su patria, un Irak basado en la convivencia y la civilización.

 

* Patriarca caldeo de Bagdad y presidente de la Conferencia de Obispos iraquíes