Raqqa, la coalición árabe-kurda arranca al ISIS la plaza usada para las ejecuciones

Cuerpos decapitados y crucificados quedaban colgados de palos y postes durante días. Continúa la ofensiva de las Fuerzas democráticas sirias (FSD) en la “capital” del Califato. De momento los yihadistas aún controlan el 10% del territorio, incluyendo el principal hospital y el estadio. La estructura es utilizada como cárcel y depósito de armas. Para la coalición, es una captura que tiene un alto valor simbólico.  


Damasco (AsiaNews/Agencias) – Las fuerzas árabe-kurdas, sostenidas por los Estados Unidos, están combatiendo la batalla final contra las milicias del Estado islámico (EI, ex ISIS) por la conquista de Raqqa, que por largo tiempo ha sido considerada la capital del “Califato” en Siria. En el marco de la ofensiva, en estas horas las tropas combatientes han arrancado a los yihadistas el control de la célebre plaza pública en la cual los extremistas ajusticiaban a las personas mediante la crucifixión y la decapitación. Fuentes oficiales de la coalición refieren que la caída de la ciudad es sólo “cuestión de días”.

Mustafa Bali, vocero de las Fuerzas democráticas sirias (FDS), subraya que los enfrentamientos en la plaza Al-Naim (paraíso) se estaban desarrollando desde el 15 de octubre pasado, con las milicias yihadistas empeñadas en resistir la ofensiva. El saldo provisorio refiere nueve combatientes del ISIS muertos y otros 12 que se rindieron, tras haber cedido el control del área. Para muchos, éste es el momento ‘crucial’ de la operación “Ira del Éufrates”.

La plaza Paraíso fue durante largo tiempo el símbolo del reino del terror yihadista. Tras haber proclamado el “Califato” en Raqqa, los milicianos usaron la plaza central como teatro de sus macabras ejecuciones, obligando a la población a asistir a ellas tras convocarla valiéndose del uso de megáfonos y altoparlantes.

Cuerpos decapitados y cadáveres crucificados poblaban el área durante días, colgados de palos y postes. Cada uno de los ajusticiados tenía un cartel en el cual estaba impreso el “crimen” que había determinado la ejecución. A menudo los supuestos delitos incluían el hecho de haber fumado, haber asistido a un partido de pelota o escuchado música.  

Un alto comandante kurdo precisa que, hasta el momento las tropas de las FDS no han llevado a cabo una inspección completa del área, para ver qué ha quedado de la locura yihadista. Sin embargo, él habla de una captura del alto valor “simbólico”, puesto que “destroza” sus sueños de conquista y [el EI] es “expulsado del corazón de su reino”.  

De momento, el ISIS aún controla aproximadamente el 10% de Raqqa, incluyendo el principal hospital y el estadio, que se levanta a poca distancia de la plaza. La estructura deportiva aún seguiría siendo usada, por los milicianos que quedan, -275 en total, según las últimas informaciones-  como prisión o depósito de armas.

Activistas y testigos locales refieren que los milicianos que hasta ahora se han rendido se encuentran encerrados en prisiones controladas por las fuerzas árabe-kurdas, en la cercana ciudad de Tabqa. Primero fueron interrogados, y luego procesados. La mayor parte de los yihadistas que siguen en libertad serían extranjeros. Según afirma el Observatorio sirio por los derechos humanos, entre éstos se cuenta la “mente” de los atentados en Francia, que provocaron decenas de víctimas fatales y heridos; se trata de un ciudadano francés (o belga) proveniente del Norte de África.