Misionero: El ataque a las escuelas católicas busca golpear la joya que es la presencia cristiana en India

El testimonio del Pbro. Carlo Torriani, quien vive en la India desde hace 50 años. Los institutos son cerrados por nimiedades burocráticas. Radicales hindúes acusan a los docentes de llevar a cabo conversiones forzadas. La finalidad real de los nacionalistas es manchar la imagen de la Iglesia. Los hindúes quieren frenar la avanzada social de los dalit instruidos por los católicos y perpetuar el sistema de castas.


Nueva Delhi (AsiaNews)- Las intimidaciones de los radicales hindúes “contra las escuelas católicas tienen una finalidad bien precisa: atacar la joya que es la presencia cristiana en la India”. Lo afirma a AsiaNews, el Pbro. Carlo Torriani, del PIME, quien se desmpeña como misionero en la India hace casi 50 años. El sacerdote interviene sobre la cuestión de la clausura del colegio católico que hospedaba a niños pobres en Madhya Pradesh. A partir de aquel episodio, el sacerdote saca a la luz los continuos abusos contra las escuelas cristianas en el país. Para el religioso, el verdadero objetivo de aquellas agresiones, en las cuales los administradores católicos incluso son acusados de conversiones forzadas,  es “ensuciar la imagen de la Iglesia católica y frenar su trabajo con los pobres, los tribales y los dalit”.

Sobre la cuestión de los dalit interviene un docente de Bombay (que pide el anonimato), que agrega: “Los cristianos apoyan la igualdad entre todos los hombres. En cambio, en la India hace siglos que rige el sistema de castas”. Si bien fue abolida por la Constitución, la discriminación social basada sobre la jerarquía de castas es todavía muy fuerte en todo el territorio. Los dalit son relegados a los trabajos más humildes, los “ex -intocables” aún deben padecer una gran fatiga cuando se trata de encontrar empleos dignos e incluso de ser admitidos en las escuelas.

Pero algo está cambiando, gracias a las obras de la Iglesia. Justamente este aspecto, sugiere el p. Torriani, es la clave para entender el intento de las administraciones locales de cerrar las instituciones católicas. “Eliminando las discriminaciones -afirma- se agrieta la jerarquía social sobre la cual la India se ha arraigado por años”. Un estudiante concuerda. “Los cristianos se oponen a la hegemonía de las castas y crean una conciencia del propio valor entre los pueblos oprimidos. Pero para el gobierno central, guiado por un partido nacionalista hindú, el BJP (Bharatiya Janata Party), esta igualdad entre las personas crea confusión, mientras que el partido quiere perpetuar la división de la sociedad y la explotación de las castas más elevadas sobre las inferiores”.

Atacando a las escuelas, continúa el p. Torriani: “se quiere poner en discusión la joya que es la actividad de la Iglesia en la India. Casi todas las parroquias tienen un centro educativo, con el cual llegan a sectores de población mucho más amplios. El pedido de  instrucción en la India es fuertísimo. Todos quieren enviar a sus hijos a la escuela porque saben que el futuro de los niños es y deriva de la instrucción. Y las escuelas católicas son las más respetadas, famosas y eficientes. Lamentablemente, el gobierno no hace nada para poner un freno a los extremistas. A su vez, estos últimos extraen su fuerza de la protección que les brindan las autoridades”.

Una ex -docente de una escuela católica, explica que frecuentemente “las administraciones envían sus inspectores para verificar las condiciones de las escuelas. Ellos utilizan fútiles subterfugios burocráticos con tal de denunciar una malnutrición y obligar a clausurar las escuelas. Pero se trata siempre de una venganza”. Luego, lanza la invitación. “Vengan a ver cuán reducidas están  las escuelas estatales del gobierno. Faltan aulas, carecen de bancos, no hay suficiente luz ni ventiladores. Sobre el total de las escuelas católicas, al menos el 75% de ellas respeta todos los estándares. Y aquellas que no están en regla por pequeñas formalidades, igualmente están en mejores condiciones que las estatales”.

Los hindúes de las upper caste (castas superiores), concluye el p. Torriani, “se sienten amenazados por esta avanzada de los dalit en la escuela, en los trabajos. Ven este progreso social de los dalit -que se ha vuelto posible gracias a la instrucción- como una amenaza a la situación económica que siempre han gozado en términos económicos, de posición y de privilegios"