Global Times a los ‘occidentales arrogantes’: Si no os gustan las leyes de China, váyanse
de Paul Wang

La censura de la Cambridge University Press es un derecho de China a hacer respetar sus leyes sobre la “seguridad”, evitando informaciones “peligrosas para la sociedad china”. Una “rivalidad” entre dos visiones del mundo. Los intereses de china en el mercado de internet. La censura es un autogol hacia la comunidad académica china.


Hong Kong (AsiaNews)- “Si no os gusta el modo de obrar de China, dejen de comprometerse por nosotros”: es el consejo que en una editorial del Global Times da a todos aquellos que critican la censura china. La polémica surge después que la Cambridge University Press (CUP) aceptó cancelar unos 300 artículos de su sitio chino en obediencia a los pedidos del gobierno. Los artículos tratan de lecturas e interpretaciones históricas sobre la masacre de Tiananmen, la Revolución cultural, el Tibet, Xinjiang, Hong Kong, Taiwan.

El texto publicado hoy está dirigido a los “occidentales arrogantes y absurdos” que pretenden entrar en el mercado de internet sin respetar “la ley china”.

El Global Times es un periódico en inglés ligado al “Cotidiano del pueblo” y en este rol de “semi-oficialidad” se permite juicios muy y afirmaciones muy netas y de fuerte tono nacionalista. Pero sobre todo defiende al Partido comunista chino.

Para el editorialista, la CUP puede gozar de “libertad académica bajo la ley británica”, pero si en China debe someterse “a los pedidos chinos… de acuerdo con las leyes (chinas)”.

Tales pedidos de censura fueron hechos porque “algunas informaciones sobre sitios extranjeros… son consideradas peligrosas para la sociedad china. Esto es hecho en nombre de la seguridad de China y está dentro del ejercicio de la soberanía de China”.

La editorial habla de “rivalidad” entre las dos visiones del mundo, la occidental y la china. Y después de calificado a occidente como “arrogante y absurdo”, afirma: Los valores y los intereses de occidente fueron puestos en el corazón de la sociedad humana. Esta es una regla hecha por la fuerza de occidente. Si China se hace potente y tiene la capacidad de mantener sus intereses, está obligada a entrar en acción”. Y todavía una vez más subraya que “las leyes de china sobre internet están en defensa y no de ofensa hacia occidente”.

Pero más que el problema de la “seguridad” o de la “defensa de las leyes chinas” al Global Times parece interesar el mercado: “Las instituciones occidentales tienen la libertad de elegir. Si a ellas no les gusta el modo de obrar chino, pueden dejar de comprometerse con nosotros. Si ellos piensan que el mercado de internet en China es tan importante como para no poderlo perder, es necesario que ellos respeten la ley china y se adapten al modo chino de obrar”.

En cuanto a la libertad cultural y a la investigación libre, este no parece preocuparse: “No importa si algunos artículos del China Quarerly (la publicación del CUP) desaparecen del internet chino”, en el fondo “ellos tienen pocos lectores”.

Lamentablemente, justamente a causa de la censura, no se conoce la opinión de esto “pocos lectores”.

El profesor Andrew Nathan, profesor de Ciencias políticas en la Columbus University e histórico de China contemporánea, hizo notar que la elección del gobierno chino, “debilita la propia comunidad académica… Hasta a los académicos pro-régimen y los responsables de la propaganda necesitan conocer qué dice el mundo externo a propósito de temáticas sensibles”.

Él subraya la inutilidad de la censura: “Muchos estudiantes de mentalidad independiente y profesores en China aprenderán diversos canales que estos recursos existen y encontrarán los modos para leerlos y para hacerlos circular”