Mahmoud Abbas: “No es un conflicto de religiones”. “El problema es la ocupación”

Hoy se realizará entre Abbas y el presidente de los EEUU, Donal Trump. El presidente de la autoridad palestina pide la finalización de la ocupación y de los asentamientos. Para Trump, el problema es el terrorismo. Cisjordania hace huelga en apoyo a los prisioneros de la huelga desde hace más de un mes. Bernard Sabella: se necesita un dirigencia política, no armas y entender las causas del terrorismo para derrotarlo.


Belén (AsiaNews/Agencias)- “No existe un conflicto entre religiones. El problema fundamental es la ocupación y los asentamientos. Y ser reconocidos como Estado, así como nosotros reconocemos a Israel”. Con estas palabras, Mahmoud Abbas intervino en la conferencia de prensa con el presidente de los EEUU, Donald Trump, que se realizó esta mañana en Belén. El presidente de la Autoridad nacional palestina luego recordó a los miles de prisioneros que están en huelga de hambre “desde hace más de un mes”.

Por su parte, Trump insistió sobre la importancia de derrotar a los terroristas que definió como “malvados perdedores” y reafirmó que está “comprometido en buscar se llegue a un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos” para lo cual “tratará de hacer todo lo posible”.

Las declaraciones llegaron al finalizar un encuentro privado entre las dos autoridades.

Ayer Trump visitó al Premier israelí, Benjamín Netanhayu. En la conferencia de prensa con el Premier, el argumento central fue Irán, para Trump principal “amenaza para la región” y “causa de violencia y sufrimiento”, como había ya hecho durante su visita a Arabia Saudita. Encuentro que hoy ha recordado, definiéndolo como un evento “épico”.

Las tensiones que desde hace semanas van creciendo con el continuar la huelga de hambre de al menos 1.300 detenidos en las cárceles israelíes, fueron las que recibió Trump a su llegada. Ayer, los palestinos de todo el mundo iniciaron una huelga general de estas dimensiones, que se realiza, por ejemplo en Jerusalén, lo negocios de la ciudad estaban cerrados.

Al mismo tiempo, muchas personas se unieron en una huelga de hambre de 12 horas, a partir de las 10 de la mañana hasta las 22 de la noche. Grupos de manifestantes salieron a la calle en Cisjordania y Gaza, en particular frente a la basílica de la Natividad en Belén. De los manifestantes, 20 de ellos resultaron heridos en los enfrentamientos en los distritos de Ramallah y Hebrón con el ejército israelí.

Entrevistado por AsiaNews, Bernard Sabella, representante católico de Fatah para Jerusalén y secretario ejecutivo del servicio a los refugiados palestinos del Consejo de las iglesia de Oriente Medio, afirma que el encuentro de hoy es una “prueba que estamos dispuestos a sentarnos y hablar para llegar al acuerdo del siglo”, si nuestras contrapartes israelíes harán lo mismo”.

“Ayer me quedé en casa. Jerusalén estaba toda cerrada-continúa- Este paro fue un mensaje para Trump, un modo para solidarizar con los prisioneros, que no piden nada de imposible, sólo que su dignidad humana sea respetada”.

Comentando las palabras de Trump, Sabella afirma: “Nosotros condenamos al terrorismo, como lo que sucedió anoche en Manchester es horrible, es una cosa terrible para todos. Para las personas asesinadas, para las familias involucradas. Es necesario confrontarse con el terrorismo, pero no sólo vendiendo armas, es necesario ir a las causas. Hay que entender qué lleva a los jóvenes a convertirse en terroristas y a impedir que esto suceda. Hacer de modo que dejemos de mirarnos como enemigos y vernos como personas”.

“Lo que sirve ahora no es un acuerdo sobre las armas (Trump recientemente firmó un acuerdo millonario de provisión de armas con Arabia Saudita, Ndr), sino una dirigencia política. Crear una atmósfera de confianza, no máquinas de guerra”, concluye.

La huelga de hambre, iniciado el 17 de abril está en su trigésimo día. Las condiciones de salud de los huelguistas están en un rápido deterioro: es lo que reportan los medios en lengua hebrea, son unos setenta los detenidos que fueron transferidos en graves condiciones a los hospitales israelíes.