Un no de los obispos filipinos a la sepultura de Marcos en el cementerio de los héroes

La Conferencia Episcopal critica la decisión del Tribunal Supremo de trasladar los restos del fallecido dictador al cementerio monumental en Manila: "Es un nuevo paso en la construcción de la cultura de la impunidad en el país. La paz sólo puede darse cuando hay justicia". La Orden de los Hermanos Menores, publica la lista de la violencia de Marcos.
 


Manila (AsiaNews / CBCP) - Estamos entristecidos "por la decisión del Tribunal Supremo que permite la sepultura del difunto presidente Marcos al cementerio Libingan. Lo consideramos un nuevo paso en la construcción de la cultura de la impunidad en el país. Marcos no es un héroe". Esto es lo que escriben los obispos filipinos en un mensaje firmado por Mons. Sócrates Villegas, presidente de la Conferencia Episcopal (CBCP), tras la decisión de las autoridades filipinas de trasladar los restos de Ferdinand Marcos al cementerio de los héroes.

Marcos gobernó a Filipinas de 1965 a 1986 mediante la aplicación de una ley marcial feroz: "Durante este período - escriben los obispos - muchas personas han sufrido torturas y muertes arbitrarias. Él [Marcos] privó a los pobres de los bienes de primera necesidad, mientras su familia y sus amigos se enriquecieron. ¡No lo olvidemos! No vamos a permitir que esto sea olvidado por las generaciones futuras, a fin de que la misma opresión violenta no vuelva a suceder".

La propuesta de enterrar a Marcos en el cementerio de los héroes partió del presidente Rodrigo Duterte, que para muchos críticos está inspirado en el fallecido líder y su política de "buen padre" para restaurar la dictadura en el país. Duterte ha sido aliado durante algún tiempo de la familia Marcos y Ferdinando Jr. corrió a su lado para el cargo de vicepresidente.

Sepultar a Marcos en el cementerio de héroes, escriben los obispos, "no va a traer la paz y la unidad en el país. La paz sólo puede venir cuando hay justicia, y la justicia pide el reconocimiento del daño causado a las personas y compensar a las víctimas". Hasta ahora, sin embargo, los crímenes del dictador "no han sido reconocidos por su familia y por sus aliados".

Estamos muy tristes, concluyen los obispos, porque esta decisión "se burla de nuestra lucha para restaurar la democracia. Estamos sorprendidos, heridos y experimentamos un gran dolor. Pedimos coraje aún mayor para dar a conocer toda la verdad sobre la dictadura".

Palabras de condena también vinieron de la orden de los Hermanos menores en las Filipinas. En un mensaje publicado hoy recuerdan las 3.240 personas que murieron durante la dictadura de Marcos, los 70 mil encarcelados y los de 35 mil torturados. La ley marcial, escriben los religiosos "fue un momento oscuro en la vida de la nación" y estamos "frustrados y enojados por la decisión del Tribunal Supremo".