Atención médica y educación. Caritas Vietnam, por los enfermos de Sida
de Thanh Thuy

Ocho diócesis del país han lanzado un nuevo programa de sensibilización y cuidado de la salud. Las personas afectadas por el virus son a menudo pobres y marginadas, no tienen acceso a la atención médica y no pueden buscar trabajo. Director de Caritas: “No les demos tan sólo ayuda material, sino también un apoyo espiritual”.


Hanói (AsiaNews)- Dar remedios, sensibilizar sobre el problema, dar dignidad a los enfermos. Son estos los puntos centrales del nuevo proyecto lanzado por Caritas Vietnam, para frenar la emergencia HIV/SIDA, que en muchas zonas del país sigue estando presente, y cuyas víctimas son marginadas por la sociedad. La obra involucra a ocho diócesis del país: Vinh, Há Noi, Bac Ninh, hai Phong, Phat Diem, Hué, Nha Trang y Lang Son. Centenares de voluntarios ya han comenzado a trabajar con los enfermos y con los jóvenes, para educar en una respuesta a la enfermedad, tanto desde el punto de vista humanitario com médico.

La diócesis de Hai Phong (tercera ciudad más poblada de Vietnam) se extiende a lo largo de tres provincias y es una de las más activas. La zona fue teatro de un incremento de las infecciones en los últimos años: los casos se cuentan por miles. Las parroquias se están movilizando para encontrar benefactores, organizaciones y ONG que estén dispuestos a colaborar para ocuparse de los enfermos de HIV/SIDA, ayudándolos a integrarse en la sociedad y a no ser una carga para sus propias familias.

La diócesis organizó también cursos para jóvenes parejas que tienen la intención de casarse, para enseñar el catecismo y medidas de prevención para evitar el contagio. Algunos miembros de Caritas asesoran psicológicamente e introducen a los pacientes en el tratamiento médico, combatiendo el sentido de inferioridad que a menudo los bloquea.

El p. Kien, director de Caritas diocesana, logró conseguir becas de estudio para los huérfanos e hijos de padres enfermos: “No damos tan sólo ayuda material -cuenta- sino también un aliento espiritual. Tenemos una comunidad solidaria y rezamos los unos por los otros”. En la sola parroquia de An Hái, los enfermos atendidos son ciento cincuenta.

A menudo la condición de los adultos afectados por HIV/SIDA es de extrema pobreza y aislamiento. Sor María Tran, responsable de los enfermos de la diócesis de Lang Son, afirma: “Por el momento, la discriminación de las personas enfermas está disminuyendo, pero ellas siguen con la enfermedad y no tienen atención médica. Tampoco pueden buscar un trabajo para así procurar vivir en la ciudad”.

Hien y Hoa son dos mellizas de quince años, huérfanas de padre. Hien cuenta a AsiaNews: “Yo no soy católica. Mi padre murió de SIDA y yo ahora vivo con mi hermana y mi madre. Desde niña, participé en los programas sociales de la diócesis, y hoy aún tengo esperanza para mi vida, para tratar de hacer un trabajo útil para mí y para mi familia.

Según la organización UNAIDS (datos actualizados al 2014) las personas afectadas por HIV en Vietnam son 250.000.