El arzobispo de Mumbai y presidente de la Conferencia episcopal latina dice a AsiaNews: “No estoy sorprendido por la decisión de canonizarla en el Vaticano. La Madre Teresa misma pensaba que un indio debía pertenecer, ante todo, al mundo entero”. Su obra ha tocado el corazón de todos, y el amor a ella supera todo confín.
Mumbai (AsiaNews) – Estamos agradecidos y llenos de alegría por la noticia de la canonización de Madre Teresa. Agradecemos a Dios por este gran don: la santidad de nuestra amada madre. La Iglesia india está agradecida a nuestro Santo Padre Francisco por haber decidido elevarla al honor de los altares en este Año santo de la Misericordia. La Madre es, de hecho, el rostro del amor misericordioso de Jesús y de la Virgen.
Esta canonización revela el valor de la dignidad humana: la Madre Teresa lo subrayó siempre, a través de su servicio amoroso y compasivo hacia los más pobres entre los pobres. Ha vuelto a dar dignidad a quienes están en los extremos márgenes de la sociedad, a quienes han sido esposados por la vida, a quienes tienen necesidades particulares… la Madre Teresa ha tocado el corazón de todos.
No estoy sorprendido por la decisión de celebrar esta canonización en el Vaticano: como pensaba Madre Teresa, un indio pertenece al mundo. El gobierno indio le concedió los honores más altos, pero más importante aún ha sido el amor incondicional de millones de indios hacia ella. La Madre era amada, conocida y en algunos casos venerada por todos. En modo particular, por quienes ella más amaba, los pobres y los parias.
Este es un momento de gloria para nuestra patria. Dios bendiga al Papa, Dios bendiga a la India.
(colaboró en esta nota Nirmala Carvalho)