Papa Francisco: reafirma su afecto hacia China y Xi Jinping

El pontífice elogia la “sabiduría” y la “grandeza” de China y envía a Xi Jinping augurios por el Nuevo Año, que marca el comienzo del año del Mono. No es necesario “temer” a China, sino entrar en diálogo con ella para mantener la paz en el mundo. Tener “misericordia” por el reciente pasado del país e “ir adelante” para cambiar la realidad. En la entrevista, por elección del periodista, no se habla de los diálogos entre el Vaticano y China y tampoco de temas religiosos. 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- En una entrevista aparecida hoy en Asia Times.com, el Papa expresa su amor y admiración por la “grandeza”, la “gran cultura”, “la inagotable sabiduría” de China, invitando al mundo a no “temer” al crecimiento de esta “gran nación”, sino a buscar, a través del diálogo, “un equilibrio de paz”. El pontífice aprovecha la ocasión para dar también al presidente Xi Jinping y al pueblo chino los augurios por el Año Nuevo, que se inicia el 8 de febrero, bajo el signo del Mono.

No es la primera vez que un pontífice dirige su augurio al pueblo chino. Y no es la primera vez que el Papa Francisco expresa su amor por China y por su pueblo. En estos tres años de pontificado, en sus viajes a Corea, a Filipinas, a Cuba y en América, con los periodistas, él pudo a menudo hablar de su “gran estima” por el pueblo chino y por su “sabiduría”.

Diversos medios hablan del diálogo en curso entre China y el Vaticano, de los acuerdos acerca del nombramiento de los obispos y de reconciliación. Sin embargo, en la larga serie de preguntas y respuestas no se citan estos temas de actualidad. La entrevista, conducida por el periodista Francesco Sisci, abarca, en cambio, “amplios temas culturales y filosóficos que se refieren a todos los chinos”. Y esto es por una elección del periodista que- como confiesa en la introducción- “no he querido tocar temas políticos o religiosos, sobre los cuales otros papas, en otros tiempos ya han hablado lo suficiente”.

A una pregunta sobre los “grandes desafíos” que China se pone “a sí misma y al mundo”, el pontífice subraya que no es necesario “temer”, sino tener la valentía de “encontrase”. “Occidente, Oriente y China- continúa el Papa- todos tenemos la capacidad de mantener el equilibrio de la paz y la fuerza de ponerlo en acto. Debemos encontrar el camino, siempre a través del diálogo, no existe otra vía”.

Entre todas las tragedias vividas por el pueblo chino “en los últimos decenios”, el pontífice- sugerido por el periodista- se detiene sobre el drama del hijo único y sobre el envejecimiento de la población. Comparando a China con lo que él llama "la Abuela Europa" augura que China, ante un pasado y un camino hecho a base de “luces y sombras”, pueda mirar a su propia historia con “misericordia”.

“Para una persona- dice el Papa- es saludable tener misericordia hacia sí mismo, no ser sádico o masoquista… No sé si puedo usar la palabra perdón. No lo sé. Pero aceptar que este es mi camino, sonreír e ir adelante. Si uno se cansa y se detiene, puede volverse amargo y corrupto”.

En uno de los puntos más importantes de la entrevista, el periodista presenta la situación de China con su “crecimiento económico” y con sus “desastres humanos y ambientales” y con el peso de las familias “separadas a causa del trabajo”, y pide al Papa que le dé un mensaje. El Papa  Francisco se defiende diciendo que se siente como una “suegra” que da consejos y pide a los chinos que sean “realistas” y después de haberse “reconciliado” con la realidad”, “trabajar para para mejorar la realidad y cambiar dirección”, llevando a China con su “rico pasado”, dentro del “desafío del presente” y “adelante hacia el futuro”. En este compromiso realista, el Papa dice que “ocurre agarrar la pelota desde dónde llegue” y que no es necesario hacer como el “avestruz”, escondiendo la cabeza en la arena “para no ver la realidad”.

Aún en el velo del lenguaje simbólico, parece que el pontífice haga una doble propuesta a China: no detenerse nunca delante de los dramas del presente y aceptar una ayuda “de dónde llegue” (quizás también de la China católica).

La entrevista se concluye con un augurio de Francisco para el inminente Nuevo Año chino del Mono: “En la vigilia del Año Nuevo, deseo hacer llegar mis mejores augurios al presidente Xi Jinping y a todo el pueblo chino, Y deseo expresar la esperanza que ellos no pierdan nunca la conciencia histórica de ser un gran pueblo, con una gran historia de sabiduría y que ellos tienen tanto para ofrecer al mundo. El mundo espera de esta, vuestra gran sabiduría. En este Año Nuevo, con esta conciencia puedan continuar e ir adelante para ayudar y cooperar con cualquiera, tomándose el cuidado de la casa común y de nuestros pueblos, Gracias”.