Los cosacos de San Petersburgo niegan estar involucrados en la remoción del bajorrelieve de Mefistófeles
de Nina Achmatova
De acuerdo al jefe de la comunidad, la carta de reivindicación fue obra de provocadores. Queda por esclarecer el hecho, inicialmente vinculado a motivos religiosos. La Iglesia Ortodoxa se muestra "comprensiva".

Moscú (AsiaNews) - Los cosacos de San Petersburgo han desmentido que sean responsables de la remoción de la fachada de un edificio histórico conteniendo un gran bajorrelieve representando al demonio Mefistófeles, y que se remonta a los primeros años del siglo XX. La acción ha generado polémica tanto en la política como en la opinión pública rusa.

En una carta enviada a la agencia local Fontanka, un hombre que la firmó como Denis Gorchin - y quien se autodefine en la misma como miembro del grupo conocido como los "Cosacos de San Petersburgo" - se atribuye la iniciativa. Explica que la remoción se hizo necesaria por la cercanía del demonio a la nueva iglesia ortodoxa en construcción.  “Conozco a toda la comunidad y a la diáspora de los cosacos.  No existe ninguna persona con ese apellido: se trata de provocadores ”, dijo a Kommersant el líder del grupo, Andrei Polyakov, subrayando que jamás hubo ningún Gorchin en el grupo.

El hecho queda por esclarecer: algunos sospechan el involucramiento de las autoridades, debido a la modalidad en la cual la obra fue removida del edificio histórico. La procuraduría general abrió una investigación por destrucción del patrimonio cultural, que prevé hasta dos años de prisión. Los residentes han lanzado un petitorio para que en el caso intervenga directamente el fiscal general Yuri Chaika.

El grupo "Cosacos de San Petersburgo" no es nuevo en este tipo de acciones,  a menudo de índole directamente criminal. Entre otros episodios, han roto los vidrios de un museo dedicado al escritor Nabokov, autor de la novela Lolita, y  han escrito la palabra “pedófilo”en las paredes de su casa.

La Iglesia Ortodoxa comentó lo sucedido diciendo que el ataque al bajorrelieve, y a lo que el mismo representa, resulta comprensible.  “Es posible entender al culpable”. - dijo a Izvestia el portavoz del Patriarcado, Roman Bagdasarov - “Un creyente encuentra desagradables las imágenes del demonio”. “Mefistófeles encarna el mal en este mundo, y esta persona decidió actuar, muy probablemente para extirpar el mal”, agregó.