Beijing (AsiaNews)- El gobierno chino se prepara a eliminar las “tasas inútiles para apoyar a las industrias emergentes y sobre todo a las start-up en el campo del comercio telemático. Lo anunció la Administración estatal para la tasación, retomando el sendero indicado por el Premier Li Kiqiang en el discurso en la clausura de la Asamblea nacional del Pueblo.
El primer ministro, que por tradición en China tiene la delegación en los asuntos económicos, admitió el 15 de marzo de 2015 que la locomotora industrial se detuvo: “El país podría enfrentar muchas dificultades para alcanzar los objetivos planificados de crecimiento, pero iremos adelante con las reformas”. Li luego señaló “la importancia fundamental” de apuntar a la innovación y en el comercio telemático, “verdaderos motores del crecimiento”. Sin embargo no ha dado detalles sobre cómo estos “motores” serán puestos en movimiento y prefirió usar una metáfora: “Debemos posicionarnos donde sopla el viento. Si agarramos el viento de internet, entonces nuestra economía volará”.
Como primer paso práctico, entonces, llega una política fiscal preferencial para las pequeñas y medias empresas que apuntan a la Red: “Debemos apoyar en manera activa al desarrollo saludable en los nuevos caminos industriales- declaró el Fisco chino- y apuntar sobre nuevos modelos de negocios. El gobierno hará grandes esfuerzos para ayudar a aquellos que innovan”.
Li Hongxia, docente de Finanzas t tasaciones en la Capital University of Economics and Business, explica. “Los pasos decididos por el gobierno miran a fijar una tasación que no sea demasiado dura para las pequeñas realidades industriales de nueva generación. Son importantes de modo particular para dar estabilidad al mercado del trabajo nacional y para garantizar innovación y desarrollo económico”.
Una n ueva forma de desarrollo económico es necesario para el modelo chino, hasta hoy caracterizado sólo por una masiva producción industrial a bajo costo y de escasa calidad. La crisis económica mundial, el surgir de nuevas y competitivas realidades industriales, las revueltas de la sociedad civil contra la explotación de los trabajadores y la contaminación- ya es una plaga nacional- obliga de hecho a Beijing a repensar en su modelo de crecimiento”.