Activista malayo acusa al departamento islámico de extremismo, denunciado y arrestado
El abogado está en estado de detención por haber denunciado al Jakim, autoridad federal islámica, por ataques contra los cristianos. Fue acusado de "subversión" y "por insulto al islam", detrás de la intervención existen presiones políticas y gubernamentales. La defensa habla de "evidente abuso de poder".

Kuala Lumpur (AsiaNews/Agencias)- está todavía arrestado Eric Paulsen, abogado y activista malayo, co-fundador del movimiento "Abogados por la libertad" (Lfl), arrestado ayer por haber acusado al Departamento para el desarrollo islámico (Jakim) de "fomentar el extremismo". En la mira del activista- que lanzó la alarma a través de un mensaje en Twitter, luego quitado- los sermones del viernes en las mezquitas, que alimentan violencias confesionales y ataques contra las minorías, en particular la cristiana. Sin embargo las autoridades de Kuala Lumpur, en lugar de aceptar su denuncia prefirieron incriminar al conocido abogado con la acusación de "subversión".

Los investigadores han detenido al hombre (en la foto) y pedido al magistrado competente poderlo arrestar por 4 días, en espera de completar las investigaciones en su contra, el juez dispuso una custodia de 2 días y ya mañana Paulsen podría volver a la libertad, si bien siempre bajo investigación.

El equipo de abogados que defiende al activista denuncia que es un "evidente abuso de poder" por parte de las fuerzas del orden y en particular del inspector titular de las investigaciones. Detrás del arresto, de hecho, estarían claras presiones de parte de la política, provenientes de las altas esferas del gobierno. El día después del tweet de denuncia de Paulsen, por una derivación extremista del Jakim, intervino el vice-primer ministro Tan Sri Muhyiddin Yassin, el cual "invitó" a la policía a "obrar" contra el abogado. Como consecuencia llegó el arresto del hombre.

Para el vice-jefe de la policía, Seri Noor Rashid Ibrhim, Paulsen fue detenido por haber compilado un tweet "subversivo", que habría "alimentado la ira de la gente". Si no hubiésemos intervenido, agregó el funcionario, se habrían generado tensiones con fondos raciales. El activista fue incriminado en base a la sección 4 de la Ley contra la subversión de 1948 y según algunas fuentes, estaría detenido en la comisaría de la policía de Dang Wangi, barrio de Kuala Lumpur. Él terminó en la mira de los usuarios de la red y ya fue amenazado de muerte.

En realidad el activista sólo había sugerido al gobierno y a las autoridades  que vigilaran los sermones de los viernes del Jakim, una autoridad federal islámica, porque "fomentan el extremismo" y califican a los cristianos como "enemigos". Sin embargo para los usuarios de la red, sus palabras serían una "forma de islamofobia" y un ataque a la religión. También el movimiento islámico Umno Youth pide un castigo ejemplar para Paulsen.

El arresto del activista se coloca en un contexto de tensión interreligiosa y de ataques contra las minorías, en particular la cristiana. Detrás de los ataques y los abusos de año pasado- secuestro de Biblias, ataques a iglesias y profanación de tumbas- está la controvertida sentencia de la Corte de apelación, que impide al semanario católico Herald Malaysia el poder usar la palabra "Allah". En Malasia, nación con más de 28 millones de habitantes en su gran mayoría musulmanes (60%), los cristianos son la tercera confesión religiosa (detrás de los budistas) con más de 2,6 millones de fieles; la publicación de un diccionario latín- malayo antiguo de 400 años demuestra cómo, desde el inicio el término "Allah" se usaba para definir a Dios en la Biblia en lengua local.