Sinjar, las milicias del estado islámico masacran a los Yazidi e imponen el impuesto a los cristianos

de Joseph Mahmoud

Decenas de familias cristianas escapadas de la ciudad al norte de Mosul, conquistada este fin de semana por el Isis. Al menos 70 miembros de la minoría musulmana asesinados en el asalto; los cristianos que se quedaron obligados a pagar 80 dólares, quitada la cruz de la iglesia. Los islamistas bombardean el pueblo de Telkef, matando a un joven cristiano. Líder kurdo ordena la contraofensiva, Bagdad ofrece ayuda aérea.


Bagdad (AsiaNews)- Decenas de familias cristianas huyeron de la ciudad de Sinjar , conquistada en los días pasados por las milicias del ejército islámico (ex Isis, Estado islámico de Irak y del Levante), testigos locales refieren que la situación es dramática, las personas han encontrado refugio en una zona montañosa, pero "están sin techo, lloran y piden ayuda" gritando, Mientras tanto continúa la ofensiva de los islamistas en la parte septentrional de Irak, con el bombardeo de ayer por la tarde al pueblo de Telkef, a unos 20 km al norte de Mosul. Durante el ataque murió un cristiano de nombre Lujaim Hikmat Franci, empelado como guardián de la iglesia, alcanzado mientras trataba de refugiarse con otros jóvenes y el sacerdote.

En estas horas los vértices del Isis ha  anunciado una guerra a vasta escala que, además de Siria e Irak, llegará al Líbano. Fuentes internas hablan de atentadores suicidas prontos a hacerse explotar en diversas zonas del País de los cedros, hasta ahora ahorrado por las violencias islamistas. Beirut, además, es patria del movimiento chiíta Hezbollah, el más importante enemigo de los combatientes sunnitas en Siria.

Mientras tanto el líder kurdo Massoud Barzani, ordenó a las fuerzas Peshmerga iniciar el "golpe mortal" a las milicias del Isis, que han conquistado amplias zonas del País. El presidente del gobierno regional kurdo (Krg) confirma la ofensiva de los paramilitares, llamados a combatir "contra los enemigos del pueblo kurdo". Mientras tanto, el primer ministro iraquí Nouri al Miliki ordenó a la aviación iraquí ayudar al ejército kurdo, que realiza la conquista de 2 importantes ciudades  y de los yacimientos petrolíferos.

En particular, de Sinjar (126 km al nordoeste de Mosul) llegan noticias dramáticas de muertes y de poblaciones en fuga; la ciudad está habitada en mayor parte por Yazidi, musulmanes, y por una minoría cristiana formada por sirios-ortodoxos, católicos y armenios. En la zona trabajaba un solo sacerdote, siro-ortodoxo, al servicio de toda la comunidad cristiana, Según fuentes locales, en el ataque del 3 de agosto pasado las milicias Isis han masacrado al menos a 70 Yazidi y secuestrado algunas mujeres; algunos testigos refieren que los cuerpos de las víctimas fueron tirados a la calle y "nadie osa tocarlos".

La mayor parte de la población, entre los cuales los cristianos, escapó a la montaña o buscó refugio en los cercanos pueblos de Dayraboun y Vichabour. Los islamistas han impuesto a los cristianos que se quedaron- aquellos pocos que han  querido permanecer, para salvar sus propias casas- han debido pagar la jiza, impuesto para los "infieles", que suma unos 80 dólares por persona. Fuentes católicas refieren que los milicianos sunnitas han quitado la cruz de la iglesia de la ciudad, han irrumpido al interior del templo quemando los registros parroquiales; ahora el lugar de culto fue transformado en una oficina.

En el fin de semana, las milicias del estado islámico han tomado posición en pocas horas a los pueblos de Zummar, Sinjar y Wana, situados en la provincia de Nínive, a unos 40 km de Mosul. Segunda ciudad por importancia de Irak, fue justamente Mosul la que fue la primera en caer en manos del  ejercito islámico, que ha fundado  un Califato donde rige  una rigida sharia, obligando a la fuga a unas 500 mil personas entre cristianos y musulmanes. Las estimaciones de la Onu refieren que julio fue un mes trágico para Irak, en particular para los civiles: en actos de terrorismo y violencia murieron 1.737 personas, mientras que otras 1.978 resultaron heridas, en tanto el gobierno central- siempre en luchas intestinas no han logrado hasta ahora determinado la destitución del vilipendiado primer ministro Nouri al Maliki- parece incapaz de enfrentar la amenaza.