Arzobispo de Yangún: el encuentro con el Papa, fuente de fuerza y guía para Aung San Suu Kyi
de Dario Salvi
Esta mañana el papa Francisco recibió en audiencia a la líder de la oposición birmana. El vocero vaticano subraya la profunda "sintonía" sobre temas esenciales como "la cultura del encuentro". A AsiaNews mons. Charles Bo confirma la profunda "estima" de los católicos birmanos por la "señora", que cubre un rol "de primer plano" en el diálogo interreligioso.

Roma (AsiaNews) - Una "sintonía" de fondo sobre temas esenciales como la "cultura del encuentro". Así el p. Federico Lombardi, vocero vaticano, comentó el encuentro de esta mañana entre el Papa Francisco y la líder de la oposición democrática birmana Aung San Suu Kyi. La audiencia privada se desarrolló en la sala de las audiencias del Palacio Apostólico; el director de la Sala de Prensa habló de "un cordialísimo encuentro" y de gran "sintonía" entre el Pontífice y la Nobel por la Paz birmana, que define "figura de grandísima autoridad y significado". La misma líder de la Liga nacional por la democracia, en el curso de la conferencia de prensa con el ministro italiano de Relaciones Extranjeras, quiso comentar la audiencia. "El Santo Padre- subrayó Suu Kyi- me dijo que las emociones como el odio y el miedo disminuyes la vida y el valor de las personas", por esto "debemos valorizar el amor y la comprensión para mejorar la vida de los pueblos".

El encuentro de hoy entre el Papa Francisco y Aung Sun Suu kyi es elemento de alegría y satisfacción también para los católicos birmanos. La confirmación llega de parte del arzobispo de Yangun, mons. Charles Bo, según el cual la "Señora" puede tener "un rol de primer plano en el contexto del diálogo interreligioso y "disminuir las violencias entre budistas y musulmanes en Myanamar. El encuentro de hoy explicó el prelado, es fuente de "fuerza y guía" para la líder birmana.

Aung San Suu Kyi llegó ayer por primera vez a Italia, en el contexto de una gira europea, durante la cual retiró en Estrasburgo el premio Sakharov, consignándoselo hace 23 años. Ayer a la noche en el Campidoglio recibió la ciudadanía honoraría- asignada para ella en 1994- y el premio Roma por la paz en 2007. En ambos casos en el momento de conferírselos, la nobel de la paz estaba en arresto domiciliario, por orden de la dictadura militar birmana, en el poder hasta fines de 2010.

Comentando a AsiaNews el encuentro entre el Papa Francisco y la Nobel por la paz, el arzobispo de Yangún subrayó que "para ambos el evento es fuente de entusiasmo de estímulo". El prelado recordó la profunda "humanidad" del Pontífice argentino, elemento "de fuerza y de guia para la líder de la Nld. "Encontrar al Papa, un líder religioso popular y amado. Agregó- reforzará aún más la reputación y la popularidad de Aung San Suu Kyi" que en diciembre 2011 participó en las celebraciones por el centenario de la catedral de Santa María de Yangún.

Para mons. Charles bo, la "Señora" cubre un 2rol de primer plano en el diálogo interreligioso" y su obra es esencial para "limar las violencias entre budistas y musulmanes" en Myanmar; todavía, Aung San Suu Kyi  está, aún en este momento, "frágil para hacer declaraciones de cualquier tipo" en materia. "Pienso que ambos [budistas y musulmanes] enfrentados- explica el prelado- tengan ambos sus propios derechos y legítimas preocupaciones. Ella puede hacer comentarios genéricos y se abstiene de asumir posiciones netas en materia". Es esto aún más verdadero en relación a "la guerra civil" entre ejército gubernamental y milicias étnicas Kachin, en el homónimo Estado del norte de Myanmar, a lo largo de la provincia que confina con China. "cada uno tiene sus propios motivos, para no llegar a un cese del fuego definitivo".

Aung San Suu Kyi- que transcurrió 15 de sus últimos años en arresto domiciliario por la lucha contra la feroz dictadura impuesta por la junta militar birmana- es igualmente un punto de referencia para el pueblo birmano, prescindiendo de la religión que profesen. "Como la gran parte del País, los católicos birmanos, los sacerdotes, religiosos y religiosas, los laicos y también los obispos tiene una gran estima por ella y la sostienen con convicción". Después de haber atravesado un "túnel obscuro y largo de 50 años" constelado de represiones violentas, ahora "surgió para ella un nuevo alba y ella es la única persona creíble hoy, y gran guía para el País" agrega el prelado. "No nutro mucha confianza ni crédito- concluye mons. Bo- en los generales del ejército. Pero, dado que la situación es aún incierta, llena de desafíos y oportunidades, debe estar muy atenta. Y moverse con extrema cautela".